El comportamiento del fuego determina el destino de vidas y patrimonios en un incendio. Las llamas actúan siguiendo patrones únicos que responden a las condiciones específicas de cada entorno, transformando cada siniestro en un fenómeno singular.
Desde Igesur, te explicamos qué factores intervienen en el desarrollo de un incendio y cómo utilizamos este conocimiento para proteger edificios e instalaciones industriales.
Factores que determinan el comportamiento del fuego
El fuego no se comporta al azar. La forma en que se desarrolla y propaga responde a una serie de elementos que interactúan entre sí. La protección pasiva contra incendios parte de este conocimiento fundamental para establecer las medidas más adecuadas. La diferencia entre un incendio controlado y uno devastador radica en entender estos factores y aplicar las medidas preventivas correctas.
Temperatura y su influencia en la combustión
La temperatura juega un papel decisivo en el desarrollo de un incendio. Cuando los materiales alcanzan su punto de ignición, liberan gases inflamables que alimentan las llamas. A mayor temperatura, más rápida será la propagación del fuego. Un incremento de tan solo 100°C multiplica exponencialmente la velocidad de propagación, creando un efecto dominó que dificulta el control del incendio.
Los sistemas de protección contra el fuego deben trabajar de manera coordinada para garantizar la máxima eficacia. Los elementos de protección activa y pasiva contra incendios conforman un escudo integral que maximiza el tiempo disponible para la evacuación y facilita la labor de los equipos de emergencia.
El papel del oxígeno como comburente
El aire que nos rodea contiene aproximadamente un 21% de oxígeno, elemento imprescindible para mantener viva la combustión. La concentración de oxígeno determina la intensidad y velocidad con que arden los materiales. En espacios cerrados, el fuego consume rápidamente el oxígeno disponible, lo que influye directamente en su comportamiento y desarrollo.
Las corrientes de aire, la ventilación y la configuración de los espacios modifican el suministro de oxígeno, alterando significativamente el comportamiento del incendio. La seguridad de los ocupantes depende en gran medida de contar con un plan de evacuación adaptado a estas características específicas del edificio.
Cómo afectan los materiales al avance del fuego
Los distintos tipos de materiales presentes en una estructura reaccionan de forma diferente ante el fuego:
- Materiales combustibles: don aquellos que arden fácilmente y alimentan el fuego, como la madera, plásticos, textiles o papel. Su cantidad y distribución en el edificio determina la carga de fuego total y, por tanto, la intensidad potencial del incendio.
- Materiales ignífugos: fabricados o tratados específicamente para resistir la acción del fuego. Incluyen paneles especiales, pinturas intumescentes o morteros resistentes al fuego. Su presencia retrasa la propagación de las llamas y proporciona un margen temporal para la evacuación.
- Materiales conductores: principalmente metales como el acero o el aluminio, transmiten rápidamente el calor a través de su estructura. Esta característica implica que pueden propagar el incendio a zonas alejadas del foco inicial, incluso atravesando barreras de sectorización si no están adecuadamente protegidos.
- Materiales aislantes: diseñados para frenar la transferencia de calor entre espacios. Los aislantes térmicos certificados, las lanas minerales o los paneles de silicato cálcico son ejemplos de materiales que ayudan a mantener compartimentado el incendio.
La adecuada sectorización contra incendios establece barreras efectivas que frenan la propagación, compartimentando el edificio en zonas seguras.
El comportamiento térmico de los materiales determina la velocidad de propagación de las llamas. Los materiales ignífugos aislantes crean una barrera térmica que retrasa significativamente el avance de las llamas, proporcionando un margen de seguridad crucial durante las primeras fases del incendio.
Comportamiento de estructuras metálicas
Las estructuras metálicas sufren una pérdida significativa de resistencia cuando se exponen a altas temperaturas. A partir de los 450°C, el acero empieza a perder sus propiedades mecánicas, comprometiendo la estabilidad del edificio. A los 550°C, la resistencia se reduce aproximadamente a la mitad, y a los 650°C apenas conserva el 30% de su capacidad portante original.
Para prevenir el colapso estructural, es necesario ignifugar la estructura metálica mediante la aplicación de revestimientos específicos. Esta medida de protección garantiza que los elementos estructurales mantengan sus propiedades mecánicas durante el tiempo requerido por la normativa.
La correcta aplicación de estos tratamientos exige un conocimiento profundo tanto de los materiales como de las técnicas de aplicación más adecuadas para cada situación. Los especialistas deben considerar factores como el factor de masividad del perfil, la temperatura crítica y el tiempo de resistencia requerido.
La importancia del diseño arquitectónico
La configuración espacial de un edificio influye directamente en cómo se propaga un incendio. Un diseño inteligente incorpora elementos arquitectónicos que dificultan la propagación del fuego y facilitan la evacuación.
Efecto chimenea y tiro vertical
Las cajas de escaleras y los huecos de ascensor actúan como chimeneas naturales, facilitando el ascenso vertical del fuego y los humos calientes por diferencia de presión. La velocidad de propagación en estos espacios verticales multiplica por cinco o más la velocidad de propagación horizontal.
Los gases calientes ascienden rápidamente, alcanzando temperaturas superiores a 1000°C en cuestión de minutos. Este fenómeno exige especial atención en el diseño de las vías de evacuación verticales y los sistemas de control de humos.
Distribución de espacios
Los tabiques, forjados y otros elementos de compartimentación crean barreras que dificultan el avance del fuego, siempre que estén correctamente diseñados e instalados. La sectorización adecuada mediante elementos resistentes al fuego permite contener el fuego en su zona de origen, facilitando la evacuación y la intervención de los equipos de emergencia.
Medidas preventivas basadas en el comportamiento del fuego
Un profundo conocimiento del comportamiento del fuego permite implementar medidas preventivas más eficaces. Como expertos en ignifugaciones y sistemas de protección contra incendios, en Igesur llevamos más de 40 años desarrollando soluciones técnicas adaptadas a cada necesidad.
La experiencia nos ha enseñado que cada edificio requiere un análisis específico de sus características y riesgos particulares. Factores como el uso del edificio, la ocupación prevista, los materiales empleados y la configuración espacial determinan las estrategias más adecuadas para garantizar la seguridad contra incendios.
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